EL ESPEJO PARA EL ALMA

En las tibias noches de otoño, siento el silencio que me recuerda:  "el tiempo está pasando" abre tu alma para revisar todo aquello que está pendiente por resolver.

Empieza agradeciendo a todos los seres que han compartido sus espacios, vidas, tiempo, juegos, oportunidades, fiestas y un sin fin de cosas, para despertar esa nueva frecuencia que te lleva a aprender que nada sucede por casualidad, en todo hay un plan divino y perfecto llevado a cabo en el día a día por nuestro Dios, que no importa lo que tú pienses, sientas o desees, hay situaciones que debes dejarlas, la solución de eso no te corresponde, para ti era solo un aprendizaje más de esa cadena evolutiva llamada vida.

No sabemos por qué suceden las cosas, entendiendo que cada paso que damos nos hace sentir más fuertes, dejando de lado todo aquellos que es importante para darle prioridad a lo que nos genera felicidad.

Empezamos a elegir las personas con quien que queremos compartir vivencias, los que nos aportan esa energía de crecimiento y avance, otros que llegan para ayudarnos, en algunas ocasiones sirven como espejo para el alma.

Cambiamos hábitos en todo lo que hasta ahora venimos haciendo para emprender una nueva vida, esas decisiones que tomamos un día,  sin saber que nos cambiarían la vida, porque ya nada volverá a ser igual.

Todo es posible en la vida para aquellos que creen y tienen fe. Somos únicos e irremplazables.

Apostemos por aquel sueño que tenemos y saber que se puede convertir en realidad, traspasamos los retos porque sabemos que se pueden lograr cuando se pone empeño, esfuerzo y dedicación.

Focaliza todo lo que deseas, céntrate en lograrlo. Esto te ayudará a crecer mucho más en ti.

Aprende a no dar todo a alguien que no da nada, porque al pasar los días terminas cansado de tanto dar sin recibir. Todo es un intercambio en esta vida, si das algo que sea para ti, verás que esa energía que estás emitiendo otros la perciben y por ende tendrás la recompensa. No quiero decir con esto que debes pedir algo a cambio cuando ayudas a los demás, al contrario, porque lo que das con amor regresa a ti multiplicado con creces.

Abrazos energéticos de LUZ y AMOR.